Existen dietas que parecen de broma, pero los expertos dicen que son científicamente comprobadas cada una de ellas.
Algunas de las dietas que investigué para usted amable lector, son:
Dieta del cucurucho: comer poco y follar mucho.
Dieta del melón: siempre con el mismo cabrón.
Dieta del tlacoyo: con una mano en la boca y otra en el… corazón.
Dieta de la lagartija: primero con la madre y después con la hija.
Dieta de la pasta: follar y follar hasta decir basta.
Dieta del pollo con pan: un muslo por aquí, un muslo por allá y pan pan pan pan.
Dieta del lagarto: comer mucho y coger harto.
Dieta del bichito: mucho amorchito y harto bechito.
Dieta del caracol: puro sexo y alcohol.
Dieta del kiwi: come todo menos kiwi.
Dieta del poeta: “follo, luego existo”.
Dieta del hijo abandonado: maruchan todo el día.
La dieta del mendigo: ve al gimnasio y después te la digo.
La dieta del divorcio: si yo como, no te aviso.
La dieta del gobierno: llamada también “la dieta de ajo y agua” a´joderse y aguantarse.